Las autoridades sanitarias de Bolivia pidieron a los gobiernos de Perú, Brasil y Colombia realizar acciones conjuntas para frenar el tráfico de medicamentos falsos y caducos, informó ayer una fuente oficial.
El jefe nacional de la Unidad de Medicamentos del Ministerio de Salud, Amilcar Rada, dijo a Efe que se han establecido contactos con las autoridades reguladoras de algunos países de la región para coordinar tareas de vigilancia e inteligencia para detectar posibles redes que se dedican a estas actividades ilícitas.
En concreto, Bolivia se contactó con la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas de Perú, el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos de Colombia y la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria de Brasil.
Según Rada, se intercambiará información de inteligencia con las autoridades de esos tres países porque en ellos "existe mayor sospecha de que haya fabricación de medicamentos falsificados".
Las acciones bolivianas se enmarcan en una estrategia de lucha contra el contrabando, falsificación y alteración de fechas de vencimiento de los fármacos que se comenzó a aplicar este año junto a la Aduana, el Servicio de Impuestos, las alcaldías y la Policía Nacional, entre otras instituciones.
La Policía decomisó hace tres semanas 25 toneladas de medicamentos caducos, hallados en almacenes de la importadora ESKE SRL que operaba en la ciudad de Cochabamba.
Esa firma compraba los fármacos fuera de Bolivia y adulteraba sus fechas de caducidad para comercializarlos en ferias callejeras de Bolivia, por lo que el gobierno de Evo Morales le revocó su licencia de funcionamiento. Sin embargo, la farmacia del principal acusado de comercializar medicamentos falsificados y caducados continúa funcionando.
Además, la semana pasada se halló un laboratorio clandestino de medicamentos que operaba en condiciones insalubres en la región oriental de Santa Cruz, donde se decomisaron 40 toneladas de fármacos, químicos y maquinaria empleada para esa actividad ilícita.
Rada señaló que aún no se ha establecido que estas empresas sean parte de una red internacional dedicada a la falsificación y alteración de medicamentos, aunque esa hipótesis no ha sido descartada por las autoridades sanitarias bolivianas.
Las cuatro personas aprehendidas en los dos operativos realizados hasta el momento han sido puestas en libertad provisional, debido a que existe un vacío legal que impide castigar con prisión a quienes falsifican medicamentos o adulteran sus fechas de caducidad.
Anticipó que en 2010 se plantearán cambios a las normas para tipificar como delitos estas actividades y evitar que quienes se dedican a ellas, queden impunes.
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